El Reino Unido al pretender negar y ocultar el real conflicto de Malvinas no hace más que seguir prolongando el diferendo echandose cada vez más en su contra, ya no solo, a la Argentina sino a toda la región. Negar el reclamo y actuar obviandolo y menospreciandolo le está costando cada vez más denuncias en su contra. Medidas bochornosas y unilaterales no generan ningún tipo de confianza en el Atlántico Sur. El Reino Unido pretende tratar el tema como si fuese de un hecho consumado. El grave error es minimizar el legítimo reclamo argentino y el apoyo consistente que está adquiriendo al respecto por parte de la región, manifestandose esto en tanto en organismo como el Mercosur, Unasur, el apoyo suramericano y latinoamericano al que se suman España ,Portugal , Rusia y China. Gran Bretaña intenta contrarrestar esto acudiendo a los paises que apoyan la causa argentina por Malvinas, tratando de convencerlos a que eviten hacerlo usando, tanto por medio de amenazas económicas o cautivando con promesas de inversiones, de esta forma pretende echar mano al famoso dicho ¨divide y triunfarás ¨. Además de enviar y mostrar la visita de uno de los miembros de su nobleza para dar una seudo legitimidad de posesión de las Islas Malvinas. Vicitmizando al kelper !!, a los que usan de instrumento para seguir perpetrando las usurpación.
Los infructuosos viles intentos por lograr aislar el reclamo argentino por sus islas Malvinas en su misma región NO PROSPERAN y esto fue reflejado ante los mismos británicos cuando uno de los enviados de su gobierno llegó a Brasil para convencerlo de que no apoye el reclamo argentino, obteniendo como respuesta, de parte del canciller brasilero, que Brasil apoya el legítimo reclamo argentino por sus islas Malvinas.
Hasta tanto siga negando el conficto el Reino Unido y ostentando armamento en el Atlantico Sur con excusas irrisorias de defender al contiengente británco kelper, el Imperio decadente británico quedará permanentemente mal parado y despreciado en una región a la cual no pertenece.
Protestas por la llegada del príncipe Guillermo a Malvinas
En medio del recrudecimiento de las tensiones entre la Argentina y Gran Bretaña, a 30 años de la Guerra de Malvinas, el duque de Cambridge viajó a las islas para participar de un entrenamiento militar como piloto de búsqueda y rescate. Su llegada coincidió con el envío del destructor HMS Dauntless , el buque de guerra más avanzado de la Marina británica, lo que fue considerado "una provocación" "El que no salta es un inglés, el que no salta es un inglés." La bandera británica se prendió fuego de forma instantánea y la agrupación Juventud Peronista Descamisados intentó flamearla, pero las llamas la habían consumido por completo.
William -hijo mayor del príncipe Carlos, nieto de la reina Isabel y segundo en la línea de sucesión al trono de Gran Bretaña- arribó ayer a Malvinas, dos meses antes de que se cumplan 30 años del inicio del conflicto bélico entre Argentina y el Reino Unido.
El gobierno argentino "lamentó" que el duque de Cambridge haya arribado al archipiélago "con el uniforme del conquistador" y "no con la sabiduría del estadista que trabaja al servicio de la paz y el diálogo".
En diciembre, los países miembros de la UNASUR acordaron no recibir en sus puertos los buques con bandera de las Malvinas, y el mes pasado el primer ministro David Cameron acusó a la Argentina de tener una postura "colonialista".
La relación entre ambos países comenzó a tensarse en los últimos meses, luego de que la presidenta Cristina Fernández reclamara ante las Naciones Unidas, en septiembre pasado, que el Reino Unido cumpla "con las resoluciones" del cuerpo internacional y se siente "a conversar sobre nuestra soberanía
La respuesta a Cameron y la explotación de petróleo.
Gran parte del discurso que pronunció la Presidenta lo dedicó al tema Malvinas y la polémica desatada en las últimas semanas con David Cameron, que acusó a la Argentina de "país colonialista". "Es el mundo al revés, dicen que nosotros somos colonialistas", se quejó la Jefa de Estado.
"Cuando se dicen esas cosas es que no se tienen argumentos. Vamos a seguir reclamando con mucha rigurosidad política, jurídica y diplomática. Y con muchos apoyos, que los estamos teniendo. Pero esto no se hizo en dos o tres dias, se hizo en años", expresó Cristina Fernández. Como dijo el canciller, hay más ingleses viviendo en la Capital y la Provincia que en las Malvinas. Nadie les pide a los habitantes de las Malvinas que dejen de ser ingleses ya que a los inmigrantes no se les ordena que se vuelvan argentinos ¨. Acerca de la explotación del petróleo en las islas australes, Cristina señaló que "Estan depredando nuestros naturales, nuestro petroleo, nuestra pesca. No he escuchado a ninguna ONG quejarse de los que estan haciendo en las Islas Malvinas. Está bien que defiendan a las ballenas, pero estaría bien que también defiendan a los calamares que están depredando".
Uruguay aceptará barcos de Malvinas si cambian la bandera
Los gobiernos de Uruguay y Gran Bretaña llegaron a un acuerdo para permitir que barcos que naveguen con bandera de las Islas Malvinas puedan acceder a los puertos del país oriental, siempre que cambien la del archipiélago por la oficial del Reino Unido.
Los cancilleres de ambos países, el uruguayo Luis Almagro y el británico William Hague, resolvieron en una comunicación telefónica la crisis diplomática que amenazaba generar pérdidas importantes para empresas de los países. El presidente uruguayo José Mujica había prohibido la entrada a puertos de su país de buques de guerra británicos y de barcos comerciales con bandera malvinense desde mediados del mes de diciembre, en apoyo al reclamo del gobierno argentino, que encabeza Cristina Fernández, por la soberanía de las islas. Con su decisión de prohibir el atraco de buques con banderas de Malvinas, José Mujica hizo de punta de lanza de la estrategia del gobierno argentino, para instalar en la agenda internacional su reclamo de soberanía sobre las Malvinas. El medio de Montevideo expresa que la decisión de Uruguay de vetar la entrada de embarcaciones con banderas de Malvinas sirvió de punta de lanza de la política reivindicativa del gobierno argentina que se potenció con el respaldo que le brindaron las restantes naciones del Mercosur.
Señala que la definición del gobierno oriental ocasionó "preocupación y malestar entre los empresarios vinculados a la pesca", debido a que varios barcos, en particular españoles, usaban bandera de Malvinas para pescar en esa zona y por lo mismo deberían dejar de acceder a puertos uruguayos.Además, generó un diferendo diplomático con Gran Bretaña, que incluyó un contacto telefónico entre los cancilleres de ambos países, William Hague y Luis Almagro, en que este último defendió la decisión tomada pero hizo hincapié en que los barcos con bandera británica pueden usar los puertos uruguayos. El acuerdo del fin de de semana deja implícito que los barcos que usen pabellón de Malvinas podrán cambialo por el de Gran Bretaña, con el que podrán desembarcar en puertos de Uruguay.
Por otro lado Londres aseguró tener el apoyo de Brasil , Chile y Uruguay
La Cancillería británica afirma que los tres países no tienen "intención de participar de un bloqueo económico a las islas". El Mercosur emitió una declaración con la que rechazó el ingreso de barcos con bandera kelper El canciller británico, William Hague, aseguró hoy que logró un compromiso de Brasil, Chile y Uruguay de no participar de un "bloqueo económico" a las Islas Malvinas. "Hemos tenido discusiones productivas y honestas con Uruguay, Chile y Brasil. Los tres países dijeron que no tienen intención de participar de un bloqueo económico a las Islas Malvinas", afirmó Hague. El jefe de la diplomacia británica informó en el Parlamento que los tres gobiernos latinoamericanos se comprometieron a que el transporte marítimo comercial desde y hacia el achipiélago tenga "acceso a sus puertos" mientras los barcos muestren la "bandera británica o cualquier otra bandera nacional". Según indicaron medios de prensa internacionales hoy, Hague dio cuenta de las gestiones diplomáticas que Londres realizó ante los tres países, luego de que el Mercosur emitiera una declaración rechazando la posibilidad de permitir el uso de puertos a barcos con bandera de las Islas Malvinas. Hague señaló que la reacción británica fue "justificadamente robusta", ante la medida adoptada por el bloque regional. Confirmó que convocó al embajador uruguayo en Londres y que se comunicó en dos oportunidades con el canciller de ese país, Luis Almagro, para "recalcarle cuán seriamente" les preocupa este hecho. Asimismo, Hague señaló que instruyó a los embajadores británicos en la región para que llamaran a los respectivos gobiernos y les expresaran su "fuerte objeción a la declaración del Mercosur". "Dejamos en claro que la decisión de cerrar puertos a barcos con la bandera de Malvinas (Falklands) no tiene base legal y que sería inaceptable e impropio para cualquier democracia latinoamericana colaborar en los intentos de la Argentina de bloquear económicamente" al archipiélago, señaló el canciller. También precisó que le ratificaron a Brasil, Uruguay y Chile su "fuerte apoyo a los derechos de los isleños a determinar su futuro político". "Y también dejamos en claro que cualquier intento de ejercer coerción contra ellos a través de presiones económicas o de otro tipo sería resistido por el gobierno británico", enfatizó Hague.
Según Londres, las acciones aprobadas por el Mercosur son
"inconsistentes con los principios de la Carta de Naciones Unidas" y con
los "derechos del pueblo de las Islas Malvinas a comerciar
abiertamente" y sin interferencias. De todos modos, aclaró que a
pesar de que Gran Bretaña no acepta la decisión del Mercosur, la
prioridad de su gestión fue "asegurar que el comercio y los vínculos
comerciales entre las Malvinas y Sudamérica no están
comprometidos por esta declaración política". "Espero que otros
países de la región continúen reconociendo que las diferencias de
opinión sobre la soberanía británica de las Islas Malvinas no pueden
justificar esfuerzos para intimidar a una población civil inocente a
través de presiones económicas", subrayó. No obstante, en el
Gobierno argentino analizaron ayer que a pesar de las declaraciones de
Cameron, la Argentina continuará con su plan para cercar económicamente a
los habitantes de las islas Malvinas. Este plan comenzó hace un mes con
la decisión de convencer a los países miembros del Mercosur que impidan
el ingreso de buques con bandera de las islas Malvinas en los puertos
del bloque regional. La Argentina busca, a la vez, que Chile interrumpa
los vuelos semanales que van desde Punta Arenas a las islas Malvinas.
Esta sería otra forma de cercar a los habitantes de las islas.
Argentavis: El gobierno británico ahora quiere darle entidad a los kelpers para seguir poniendo trabas a la cuestión MALVINAS, CUANDO NUNCA LES INTERESARON .Ahora esos usurpadores implantados intentan ser legitimados para continuar con el ROBO. Intentando presentarlos como víctimas cuando SON LOS VICTIMARIOS DE LA USURPACION !!
Buque de la armada británica ingresó a puerto uruguayo para seguir rumbo a Malvinas
En medio de la polémica por el ingreso de barcos ingleses a puertos de Uruguay, el HMS Protector llegó a esas costas el 30 de diciembre y partirá mañana hacia las islas. Desarrollará tareas de patrullaje y actividades científicas Un barco de la Real Armada Británica que está en el puerto de Montevideo partirá mañana hacia las islas Malvinas, de acuerdo al diario El Observador de Uruguay. El rompehielos HMS Protector llegó desde Río de Janeiro y tiene como próximo destino Puerto Argentino (Port Stanley para los usurpadores británicos), al que arribará el 7 de enero. El presidente José Mujica prohibió la entrada a puertos de Uruguay de buques de guerra británicos y de barcos comerciales con bandera de las islas Malvinas, en apoyo al reclamo de la Argentina por la soberanía de las islas. Sin embargo, el HMS Protector no es un buque de guerra sino un barco científico. Las autoridades aseguraron que el navío cumple con los requisitos, por lo que no hubo inconvenientes para permitir su desembarco en Montevideo.
Argentavis: Con estos actos se reafirma la confianza británica a la ocupación ilegal de Malvinas, gracias al apoyo logístico que le está proporcionando el gobierno uruguayo a los británicos. Este hecho innegable se está demuestrando con este hecho. El buque que no es turísticos que también seria preocupante, por avalar y reconocer permisos de los usurpadores, sino que es un buque de la corona británica más precisamente de la armada es decir militar y que viene a recargar combustible y víveres con el objetivo de patrullar y seguir impunemente usurpando y depredando en el Atlántico Sur argentino.
La Argentina destacó hoy el apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y del Mercado Común del Sur (Mercosur) a sus "legítimos derechos" soberanos en las Malvinas e islas australes en vísperas de cumplirse 179 años de su ocupación por tropas británicas.
Un comunicado de la cancillería argentina condenó "la ilegítima ocupación colonial británica", que se ve "agravada" por "un provocativo y continuado desprecio" del gobierno de Londres "al derecho internacional".
"Esta ilegitimidad resulta agudizada por la presencia de la base militar establecida en el Atlántico Sur, invocando falsas necesidades de defensa, así como por el constante desarrollo de ilegítimas actividades unilaterales en la zona disputada", remarcó.
Sostuvo que el Reino Unido toma medidas que "incluyen la expoliación, contraria al derecho internacional, de los recursos naturales renovables y no renovables del área, y la realización de ejercicios militares, incluso el lanzamiento de misiles" desde las Malvinas.
"La región ha sido unánime en su rechazo a la presencia militar británica" en el Atlántico Sur y "ha manifestado su preocupación por las mencionadas actividades unilaterales" por medio de múltiples pronunciamientos de la Unasur, del Mercosur, la recién fundada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Iberoamericana, destacó. También puso de relieve el apoyo del foro de Países Suramericanos y Países Árabes (ASPA), la Cumbre de Países Suramericanos y Africanos (ASA) y el Grupo de los 77 más China.
Recordó que la Argentina protestó "inmediatamente" el "acto de fuerza" ejercido por el Reino Unido el 3 de enero de 1833 al ocupar las Malvinas y desalojar a "la población y a las autoridades argentinas allí legítimamente establecidas". En este sentido, reafirmó "una vez más los imprescriptibles derechos de soberanía" de la Argentina en las Malvinas y las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur, y "los espacios marítimos circundantes, que son parte integrante" de su territorio. Los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) resolvieron en una cumbre celebrada el pasado 20 de diciembre en Montevideo bloquear el acceso a sus puertos de los buques con bandera de las Malvinas.
Provocador avance británicos sobre el área marítima circundante a Malvinas
El diario londinense The Times reveló que pretende crear una zona de conservación marina en torno a las Georgias, pese a que está en disputa la soberanía con la Argentina
El Reino Unido quiere establecer una zona de conservación marina en torno a la isla Georgia del Sur, cercana a las Malvinas, algo que puede causar gran malestar en Argentina, que reclama estos territorios del Atlántico Sur desde 1833.
Así lo señala hoy el periódico "The Times" , que revela que se trata de crear un gran área de conservación estimada en un millón de kilómetros cuadrados alrededor de Georgia de Sur, donde la guerra entre el Reino Unido y Argentina empezó en 1982.
El objetivo es proteger el hábitat natural de pingüinos, morsas, focas, ballenas asesinas, elefantes marinos o el bacalao patagónico.
"Argentina, igual que el Reino Unido es firmante de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos de la Antártida, de modo que nos gustaría pensar que el interés común por la conservación pesará más que una disputa por la soberanía", dijo una fuente del Gobierno británico cuya identidad el diario no revela.
El diario publica la declaración de Ruperto Godoy, de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara argentina de Diputados, que afirmó que "Georgia del Sur es parte integral de nuestro territorio. El Reino Unido debe cumplir con el derecho internacional y devolverlas (por todas las islas) de manera pacífica".
Además de la Malvinas y Georgia del Sur, Buenos Aires reclama desde 1833 las islas Sandwich del Sur, también en el Atlántico Sur.
Se espera que la llamada Área de Protección Marina -que puede ser una de las más extensas del mundo- sea anunciada en los próximos días en Georgia del Sur, lo que permitirá establecer una estricta prohibición en la caza de ballenas, mientras que la pesca sólo será autorizada en áreas especialmente asignadas.
El problema que presenta el área es cómo vigilar las aguas debido a la enorme extensión que se quiere proteger, señala "The Times".
La zona de Georgia del Sur es rica en vida silvestre, como se ha podido ver en un educativo documental de la cadena BBC, denominado "Frozen Planet" (Planeta Congelado) y presentado por el prestigioso naturalista británico David Attenborough
Buques británicos realizan maniobras en Malvinas para seguir manteniendo la impune e ilegal usurpación del archipiélago argentino. En esta ocasión el buque Clide capitaneado por una inglesa, realiza maniobras en aguas del Atlántico Sur para intentar intimidar con su presencia. Olvidando que en el conflicto de 1982 muchos de ese tipo de buque fueron carne de los proyectiles de los aviones argentinos.
Siguiendo con las sucesivas provocaciones a la Argentina y riendose de las resoluciones de la ONU y el UNASUR. El gobierno pirata británico se siente el dueño de lo ajeno y pretende, con la prepotencia que ejerció desde 1833, año del robo de las islas a la Argentina, seguir con este robo. De cualquier forma los aunque el tema pretenda ser esquivado por los británicos, no significa que no exista y deberá ser tratado en algún momento. La presión de Argentina y de sus socios harán doblegar a corto o a largo plazo la indefendible usurpación británica.
Y no olvidemos que una parte del territorio nacional argentino esta siendo ocupado por la fuerza de una potencia extranjera. No dandoles derechos a nada a partir de la ilegalidad de sus actos.!!
Los kelpers en un intento por legitimizar una usurpación descarada sobre las Islas Malvinas, pretenden crear un marco de victimización y legalidad con una total impunidad al ser súbditos de la corona británica, potencia ocupante que usurpa los archipiélagos australes argentinos.Partiendo del abuso de poder que instalan y del que también son asistidos por EEUU.
A
continuación el discurso pirata que resalta la total impunidad con la
que gozan de decir y declamar derechos y legalización de
autodeterminación a partir del robo y ocupación de facto de territorio
nacional argentino.
El designado ¨gobernador¨ por parte de Gran Bretaña, de Las Malvinas, realizó discursos refiriéndose a que : ¨Argentina quiere "obstaculizar" su economía y dijo que "no lo logrará". Es porque los buques que quieran pasar por mar argentino para llegar a las islas deben pedir permiso de navegación.¨
Como nota el lector, los usurpadores kelpers gozan de total impunidad !! a tal punto de confrontar a la Argentina en su propio territorio argentino, reclamando y reprochando a partir de una situación totalmente ilegal !!. Señores kelpers ¿en concepto de que ? y ¿con que derecho pretenden ser respetados ? si ustedes no respetan la soberanía argentina !!.
"Los desafíos que enfrentamos incluyen el lidiar con los intentos del gobierno de Argentina de obstaculizar a ciertos sectores de nuestra economía. Hay muchos reportes de compañías que advierten sobre presiones del gobierno argentino. Más allá de la veracidad de esos reportes, el gobierno (isleño) confía en que tales intentos no van a prosperar".
Pretender ser reconocidos en su robo e ilegal ejercicio de ocupación del archipiélago.!!!
En febrero del año pasado, la presidente Cristina Fernández firmó un decreto por el cual "todo buque o artefacto naval"que quiera transitar "entre puertos del territorio continental argentino y puertos del archipiélago" o "atravesar aguas argentinas" rumbo a Malvinas "deberán solicitar una autorización previa" del Palacio San Martín.
La decisión se tomó "en defensa de los intereses de los argentinos", explicó entonces el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
Además, en abril pasado se promulgó la ley 26.659 que sanciona a las empresas que exploren la plataforma continental argentina, norma que también se vincula a los trabajos de compañías que buscan hidrocarburos en zonas que el país considera propias y el Reino Unido reivindica como suyas.
"Nuestra postura ha sido no reaccionar ante cada uno de los reportes y pronunciamientos públicos, y sí continuar el desarrollo de la economía a nuestro modo, y asegurar que nuestros objetivos no se desviarán por presiones externas", advirtió el representante británico.
Sobre la cuestión de la soberanía, Heywood remarcó que los isleños deben saber del "irrestricto apoyo" que Londres mantiene sobre los derechos y libertades de los kelpers.
"El derecho a la autodeterminación no ha disminuido, como tampoco lo ha hecho el apoyo del Reino Unido para mantener ese derecho", añadió.
Esa afirmación se vincula con el envío, ayer, de un buque de guerra desde Inglaterra, el "HMS Edinburgh", que tendrá a su cargo tareas de "vigilancia y protección a los isleños".
La nave llegará a las Islas el próximo invierno de 2011, con un sistema de misiles antiaéreos y cañones de 4.5 pulgadas y de 20 milímetros.
Señores,de esta manera, con una total impunidad y atropello pretenden el Reino Unido y sus súbditos kelpers, ser visto como legítimos soberanos de TIERRAS QUE ESTAN USURPANDO ¡!
Por años la causa Malvinas se quiso denostar, denigrar y desligitimar intentando humillar y olvidar reclamos y con ello a todos los que dejaron su sangre en aquel suelo argentino.
Malvinas resulta ser una causa argentina y mundial irrenunciable desde 1833 en el que el invasor británico avasalló y usurpó el suelo argentino de las Islas Malvinas.
Nuestro dominio sobre las Malvinas, ya era indiscutible desde nuestra separación de España, el país había estado en pacífica posesión de las mismas y había ejercido hasta entonces actos de plena soberanía. Sin embargo, esta tan clara situación fue desconocida por Gran Bretaña.
Las Islas Malvinas
España venía ocupando discontinuamente el archipiélago desde que fue descubierto y bautizado como Islas de San Antonio por hombres de la expedición de Magallanes en 1520. A comienzos de 1811, el virrey Elío, que desobedecía a la Junta revolucionaria de Buenos Aires, ordenó desde Montevideo el abandono de Puerto Soledad en las Islas que ya habían sido bautizadas Malouines por marinos franceses procedentes de Saint Malo en 1708.
El 27 de octubre de 1820, cumpliendo órdenes del ministro de Guerra y Marina, Matías Irigoyen, llegó a Puerto Soledad al mando de la fragata "Heroína" el ex coronel del ejército norteamericano David Jewett, que desde 1815 estaba al servicio de las Provincias Unidas. El marino le escribía orgulloso al gobierno: "Tengo el honor de informar a usted de mi llegada a este puerto, comisionado por el superior gobierno de las Provincias Unidas de la América del Sud, para tomar posesión de estas islas en nombre del país al que pertenecen por la ley natural".
A partir de entonces se estableció una pequeña colonia argentina dedicada a la pesca y a la ganadería ovina. El 10 de junio de 1829, el gobernador delegado Martín Rodríguez creó la Comandancia política y militar de Soledad y designó a su frente al comerciante alemán nacionalizado argentino
Luis Vernet. El decreto establecía la continuidad histórica y jurídica de los derechos soberanos. Vernet llevó adelante una activa comandancia: construyó viviendas, levantó un relevamiento topográfico, montó un saladero de pescado y carne y una curtiembre y construyó la goleta Aguila.
La depredación de la zona preocupó al gobierno de Buenos Aires que, en octubre de 1829, prohibió la pesca y captura de ballenas hasta que en 1831 Rosas reemplazó la prohibición por un impuesto a los buques pesqueros. Pero los barcos balleneros pasaban de largo por Puerto Soledad eludiendo el impuesto y depredando a gusto.
Harto de esta situación, Vernet se decidió a actuar y apresó a los balleneros norteamericanos Harriet y Superior que sin permiso estaban cargando pieles de foca, mientras que un tercero que desarrollaba las mismas actividades pudo darse a la fuga. Vernet personalmente llevó a la Harriet a Buenos Aires, con su capitán, Gilbert Davison, detenido a bordo.
Los norteamericanos no se iban a quedar tranquilos y el 28 de diciembre de 1831, el capitán Silas Duncan, al mando de la fragata estadounidense Lexington, desembarcó en Puerto Soledad, atacó sus instalaciones, destrozó la artillería, quemó la pólvora, tomó prisioneros a seis oficiales argentinos, arrió la bandera celeste y blanca y declaró a las Islas "libres de todo gobierno".
El gobierno de Buenos Aires reaccionó enérgicamente y Rosas le pidió al ministro Manuel Maza que presentara una protesta formal ante Washington. El cónsul Slacum y el encargado de negocios Bayles fueron declarados personas no gratas y expulsados del país. Pero antes de partir, los agentes le "avisaron" al ministro inglés, John Woodbine Parish, que los Estados Unidos sólo pretendían permisos de pesca y que las islas estaban desguarnecidas y muy fáciles de tomar, invitando a los súbditos de Su Graciosa Majestad a invadir las islas.
El jefe de la estación naval británica en América del Sur, con sede en Río de Janeiro, sir Thomas Baker, impartió la orden y el 2 de enero de 1833 se presentó en Malvinas la corbeta inglesa Clío al mando del capitán John James Onslow.
Usurpación británicas de Malvinas
El 10 de septiembre de 1832 las Islas Malvinas estaban a cargo, provisoriamente por orden del Restaurador Juan Manuel de Rosas, a través del Ministerio de Guerra y Marina, al mayor de artillería Juan Esteban Mestivier quién había sido designado como comandante civil y militar de las Malvinas en reemplazo de Luis Vernet. El oficial Mestivier tenía dos años de casado con Gertrudis Sánchez, una porteña de 22 años, quien por aquel momento estaba embarazada.
El mayor Mestievier partirá a las Malvinas en la goleta ¨Sarandí¨ que estaba al mando del teniente coronel de marina José María Pinedo, de 38 años. Pinedo, hijo y hermano de militares, había ingresado a la marina en marzo de 1816, a la edad de 20 años, mientras el país luchaba por su independencia.
Durante la guerra con Brasil, la goleta Sarandí ha sido una de las naves más heroicas bajo el mando del almirante Guillermo Brown.
Una vez en la goleta ¨Sarandí¨ el mayor Mestievier se trasladó hacia las islas junto a su joven esposa y 25 soldados del Regimiento Patricios al mando del teniente primero José Gomila.
El arribo de la expedición de relevo argentina
La expedición arriba a Puerto Soledad el 7 de octubre de 1832. Pinedo sale a recorrer en su goleta las costas de las islas y regresa el 30 de diciembre, con la idea de festejar el nuevo año en tierra. Al regresarde su patrulla y llegar a puerto , el oficial Pinedo se encuentra con un hecho desastrozo: un ex esclavo negro que revistaba en el Regimiento Patricios, Manuel Sáenz Valiente, y seis soldados más se habían amotinado y habían asesinado al mayor Mestivier, mientras Gertrudis Sánchez daba a luz. Los insubordinados también mataron a un comerciante y a su mujer, robaron caballos y huyeron al campo. El teniente primero Gomila no sólo no intervino sino que obligó a la viuda de Mestivier a convivir con él. Con ayuda de los peones malvineros y la tripulación de un barco francés, Pinedo encarcela a los insurrectos.
Los mortificados colonos de la isla celebran el Año Nuevo quizá con la esperanza de un futuro de paz y prosperidad. Pero el drama recién comienzaría.
Actos de piratas
El 2 de enero de 1833, la fragata de guerra inglesa Clío, al mando del capitán John James Onslow, de apenas 23 años de edad e hijo de un almirante de la Corona, invade las islas. El marino británico le comunica a Pinedo que tiene orden de ocupar el archipiélago en nombre de Gran Bretaña y le da plazo hasta el día siguiente para arriar la bandera argentina y retirarse.
Pinedo, considera que no tiene ninguna posibilidad de enfrentarse a la fragata Clío y actúa contrariamente a las órdenes recibidas y firmadas por el ministro de Guerra y Marina, Juan Ramón Balcarce, antes de zarpar hacia Malvinas, dichas ordeneson claras: “El comandante de la goleta Sarandí guardará la mayor circunspección con los buques de guerra extranjeros, no los insultará jamás; mas en el caso de ser atropellado violentamente [...] deberá defenderse de cualquier superioridad de que fuere atacado con el mayor valor, nunca se rendirá a fuerzas superiores sin cubrirse de gloria en su gallarda resistencia […y] no podrá retirarse de las islas Malvinas mientras no le fuera orden competente para efectuarlo”.
Al mañana siguiente de la invasión británica, Pinedo ordena a sus hombres que embarquen y ofrece trasladar a Buenos Aires a los pobladores que quieran abandonar Puerto Soledad. La mayoría comienza a preparar su equipaje. Antes de abandonar ese territorio que le resulta tan hostil, el cauto hombre de armas redacta un documento que nombra “comandante político y militar” de las Islas Malvinas al capataz “Juan Simón”. Se trata de Jean Simon, que, además de francés, es analfabeto.
Malvinas bajo una bandera “extranjera”
A las nueve de la mañana del 3 de enero de 1833, mientras el decidido Onslow ordena izar la bandera británica en medio del redoble de tambores, el prudente Pinedo observa la ceremonia desde la goleta Sarandí. Antes de mediodía, un oficial inglés llega a la goleta con la enseña azul y blanca doblada, y un mensaje que expresa que las fuerzas de ocupación habían encontrado “esa bandera extranjera en territorio de Su Majestad”. A las cuatro de la tarde del día siguiente, el teniente coronel de la marina de guerra argentina ordena levar anclas y poner rumbo a Buenos Aires a toda velocidad.
En Puerto Soledad quedaban apenas 26 personas: 21 hombres, tres mujeres y dos niños. A eso se reduce la población de lo que poco tiempo antes era un laborioso establecimiento ganadero.
El capitán Onslow parte en la fragata Clío el 14 de enero, luego de encomendar la custodia del pabellón inglés a William Dickson, un irlandés encargado del almacén de víveres del poblado. La misión de Dickson es enarbolar la bandera los días domingo y cuando se presenten naves extranjeras, incluidas las argentinas.
Indulgencia militar
Cuando la Sarandí llega a Buenos Aires y Pinedo informa al gobierno, las autoridades ordenan una investigación y se forma un tribunal militar. Al concluir el proceso, la sentencia se cumple el 8 de febrero de 1833. El negro Sáenz Valiente, asesino de Mestivier, es fusilado en la Plaza de Marte (actual Plaza San Martín, en Retiro) después de amputársele la mano derecha. Sus seis cómplices también terminan acribillados contra el paredón. Los siete cadáveres son colgados durante cuatro horas. Otros dos soldados, que habían profanado el cadáver de Mestivier, fueron condenados a recibir cien y doscientos palos tras los muros del cuartel.
El tribunal militar es mucho más benigno con el teniente primero José Gomila, a quien le correspondía el mando de la tropa y tenía atribuciones de vicegobernador de las Malvinas. Lo condena a dos años con media paga en algún fortín de la provincia de Buenos Aires “a su elección”.
El teniente coronel José María Pinedo declara que sus oficiales y toda la tripulación, “exceptuando uno, eran ingleses”, que sus instrucciones “le prohibían hacer fuego a ningún buque de guerra extranjero” y que él era quien “tenía que romper el fuego con una nación en paz y amistad con la República Argentina”.
El tribunal que lo juzga es indulgente. Lo condena a una suspensión de cuatro meses sin goce de sueldo, le prohíbe estar al mando de buques y lo destina al Ejército de tierra. Pero en 1834, ante la falta de oficiales, es reincorporado a la Marina y destinado a tareas de vigilancia en el Río de la Plata. Y en la Armada termina su carrera tranquilamente a pesar de sus reiteradas conductas poco honorables. Siempre logra “zafar” gracias al prestigio de su valeroso hermano Agustín, quien en 1833 encabezó la llamada Revolución de los Restauradores y en 1835 había sido designado ministro de Guerra por Rosas.
Pinedo fallece tranquilamente en Buenos Aires en 1885, a los 90 años. A lo largo del tiempo, los cronistas oficiales irán arreglando de a poco los detalles de su “gesta” y justificarán su cobarde inacción en las Islas Malvinas. En 1890, la Marina de Guerra compra en los astilleros británicos de Yarrow una torpedera de 39 metros de eslora y la bautiza con su nombre. Y en 1938 también rebautiza como Pinedo a un viejo barreminas adquirido en Alemania.
Su hermano Agustín no tiene tanta suerte. El 3 de febrero de 1852 muere de insolación durante la batalla de Caseros.
La Armada de la República Argentina y la Academia Nacional de Historia son exquisitamente benévolas con los “héroes” de linaje patricio. Y con más razón cuando sus descendientes terminan emparentados por vía matrimonial –como es el caso de los Pinedo– con apellidos como Zuberbühler, Rodríguez Larreta, Álzaga Unzué, Del Pont, Zemborain, Miguens Basavilbaso, Blaquier, Lanusse…
Protesta argentina ante el gobierno británico
El 15 de enero 1833 el ministro de Relaciones Exteriores de Buenos Aires, Maza, reclamó por el atropello ante el ministro inglés, Philip Gore, pero no hubo de parte de Londres siquiera una flemática respuesta.
Cuando el escocés Mateo Brisbane, un antiguo colaborador de Vernet, llegó a Malvinas el 3 de marzo, decidió ponerse al servicio de los ingleses. Obtuvo la confianza de los invasores y mantuvo como colaboradores a Juan Simón, un francés que trabajaba como capataz desde la época de Vernet, y al despensero de las islas, el irlandés William Dickson. Tanto el francés como el irlandés explotaban y maltrataban a los peones: les prohibieron faenar ganado y pretendieron pagarles sus magros jornales con vales que no eran aceptados en la despensa de Dickson, la única de las islas. La situación se fue tornando desesperante para los peones, que no se quedaron con los brazos cruzados.
El 26 de agosto de 1833 estalló la rebelión. Al frente se puso el gaucho entrerriano Antonio Rivero. En pocas horas terminaron con las vidas de todos los extranjeros y enarbolaron nuevamente la bandera argentina. Así se mantuvieron por cinco meses, mientras esperaban que Buenos Aires enviara una expedición para ayudarlos, la que nunca llegó.
Los que sí llegaron fueron los ingleses. Fue el 7 de enero de 1834. A bordo de la fragata Challenger arribó el teniente Henry Smith para asumir como gobernador británico en las islas. Rivero y sus hombres resistieron dos meses, hasta que fueron capturados el 18 de marzo y enviados a Londres para ser juzgados. Finalmente el tribunal de Su Majestad le encomendó al almirantazgo que los devolviera a Montevideo, adonde llegaron a mediados de 1835. Según José María Rosa, Antonio Rivero murió heroicamente el 20 de noviembre de 1845 enfrentando la flota anglo-francesa en el combate de la Vuelta de Obligado, que pasará a la historia como del día de la soberanía nacional.
Rosas intentó canjear las islas por la cancelación del empréstito contraído por Rivadavia con la casa Baring en 1824, nuestra primera deuda externa. La misión le fue encomendada al embajador argentino en Londres Manuel Moreno, el hermano de Mariano. La idea era impracticable porque si Inglaterra se sentaba siquiera a negociar, estaba reconociendo la soberanía argentina sobre el archipiélago, cosa que no estaba ni está dispuesta a aceptar.
El 25 de julio de 1848 se debatió en el Parlamento británico el presupuesto del Imperio y William Molesworth dijo en su discurso: "Ocurren aquí las miserables Islas Malvinas, donde no se da trigo, donde no crecen árboles. Soy del parecer que esta inútil posesión se devuelva al gobierno de Buenos Aires, que justamente la reclama" . La confesión de parte no tuvo repercusiones en el gobierno británico que tenía muy clara la importancia estratégica del archipiélago situado frente al único paso interoceánico existente entonces en América, el estrecho de Magallanes.
Lo que siguió fue la más absoluta intransigencia del Reino Unido a siquiera considerar el tema de la soberanía .
Soberanía argentina sobre las Islas Malvinas
Así llegamos al 2-abril-82, casi 150 años de intransigencia en querer hablar de soberanía Argentina sobre la Malvinas, por eso independientemente de un gobierno dictatorial y represivo, el desembarco de ese día se hizo sin derramar una gota de sangre, salvo la de argentinos que recuperan para el patrimonio nacional, parte de su territorio cercenado por el engaño y el fraude histórico, geográfico y jurídico de G.B, mandando la flota colonialista más grande de su historia, 140 buques de guerra y logísticos, a 14.000 Km de distancia, apoyados y sostenidos logísticamente por EEUU y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), alianza militar de la Unión Europea, todos ellos unidos para acallar los derechos soberanos Argentinos y reconocidos por la Comunidad Internacional.
Por eso la Guerra Nacional de Malvinas, repito, con independencia de los Dirigentes Militares que ejercían un gobierno militar liberal y al servicio de los intereses extranjeros, la causa Malvinas no nace el 2-abril-82, ni termina el 14- junio-82; fue una batalla histórica inscripta en moldes de oro, como fue el rechazo de la primera invasión inglesa (1806) y segunda invasión inglesa (1807) sobre la gran aldea de Buenos Aires, que fueron rechazadas por el valor y el coraje de toda una población que no llegaba a casi 40.000 habitantes, pero estaba conciente, como decía el Gral. Belgrano: " Ni amos viejos ni amos nuevos" y para la gran desesperación de Inglaterra que no podía por la vía militar adueñarse del Virreinato del Río de Plata, y como todo un pueblo combatió unido en la causa de la Defensa y Reconquista de Buenos Aires, siendo la sorpresa para los racistas ingleses que hasta los esclavos negros pelearon con fiereza y así lo hicieron notar en los juicios militares de Beresford y Whitelocke.
Como la Guerra por la Independencia en América del Sur, con San Martín y Bolivar a la cabeza de Ejércitos Libertadores, o resistiendo en la Vuelta de Obligado, y Punta Quebracho por la pretensión Imperialista de Inglaterra y Francia de querer la libre navegación de nuestros ríos interiores.
Malvinas está inscripta en esas grandes luchas contra el colonialismo Anglo-Americano que actualmente se viven, en Afganistán e Irak, en la cual la guerra en el Atlántico Sur vino a sacarle la careta a estos imperialistas que se la dan de democráticos y defensores de los valores culturales y humanos del mundo, cuando en realidad pretenden el libre saqueo de las riquezas en especial de Argentina y América Latina, devastando todo a su paso como Atila y sus bárbaros Hunos.