Argentavis Magnificens
( Ave Argentina Magnífica )
Gigante Volador
Argentavis Magnificens el ave voladora más
grande de todos los tiempos, nació y vivió, hace unos seis millones de años, sobre territorio argentino.
En la década del ´80 los Doctores Rosendo Pascual y Eduardo Tonni, de la Facultad de Ciencias Naturales, y Museo de la Universidad Nacional de La Plata, descubrieron en las cercanías de Salinas Grandes, Provincia de la Pampa, sedimentos de unos 6 a 8 millones de años de antigüedad, en los que se hallaban restos fósiles, de este ave gigante.
Este enorme pájaro, era un teratornítido, un pariente gigante de los buitres. Semejante a los conocidos cóndores.
El Argentavis Magnificens tenía una envergadura, mayor de lo que se creía posible para un ave voladora, estimada en los 7,6 m. Y un peso, aproximado de 70 kg.
Cráneo del Argentavis Magnificens
Al igual que los cóndores, se cree que esta ave, tenía la cabeza y el cuello desprovistos de plumas. Pudiendo escarbar dentro de los restos de animales muertos, sin ensuciar su plumaje. Sin embargo, por la forma característica del pico, el Argentavis era un ave depredadora, más que carroñera.
Otra característica, destacable de este enorme pájaro, era que sus pies; eran extremadamente grandes, pero débiles. Lo que no era útil si es que necesitaba elevar a sus presas desde el suelo. Sin embargo, es posible que sobrevolara las pampas, avistando y lanzándose sobre sus víctimas, que pastaban en tierra, atacándolas y atrapándolas sobre el suelo.
El Argentavis, excedía por demás, las características de tamaño y de vuelo de cualquier ave que conozcamos hoy en día.
El estilo de vuelo del Argentavis era el planeo. Con siete metros de envergadura, este ave, probablemente, era un experto planeador usando las corrientes térmicas y las brisas de todo tipo.
Estudios realizados por investigadores, de la Universidad de Tech, calcularon los parámetros de vuelo, basandose en fósiles, del Argentavis, e introdujeron los datos obtenidos, a modelos de vuelo computarizados. Los resultados demostraron que el ave tenía, todas las características de un planeador de alta performance.
El estudio indicó que este ave utilizaba probablemente, la misma técnica que usan, hoy en día, los deportistas de ala delta o parapente, que se impulsan colina abajo o trepan hasta un punto alto, para luego remontarse con velocidad y altura.
Sus alas gigantes, aprovechaban al máximo la energía de las brisas elevadoras, gracias a las pendientes de los Andes, y las corrientes térmicas que se establecían sobre las verdes pasturas de la pampa. Una vez que encontraba una corriente térmica, podía subir fácilmente un kilómetro y medio o dos, sin batir las alas, volando libremente en círculos para mantenerse en las corrientes térmicas de aire .
El planeo
El planeo es uno de los vuelos más económicos ya que ahorra energía muscular. Es propio de las aves con alas anchas como los catártidos (jotes o zopilotes y cóndores) y las águilas, y en él se aprovecha al máximo la fuerza de las corrientes ascendentes de aire caliente generadas por convección en la atmósfera o el choque de las corrientes de aire con los riscos o montañas. El ala ancha tiene una gran área que atrapa la mayor cantidad de aire ascendente posible logrando que el ave se eleve sin tener que realizar aleteos frecuentes. Para reconocer este tipo de vuelo basta observar a los jotes y águilas volando en círculos, siguiendo las bolsas de aire caliente que suben del suelo o en las cercanías de las montañas, adquiriendo altura sin mayor esfuerzo. Y este era el mismo mecanismo que utilizaba el Argentavis, para remontarse por los cielos.
Las aves planeadoras en tierra aprovechan las corrientes de aire caliente.
Por su tamaño el Agentavis podría rivalizar, sin ningún problema, con cualquier avión de pequeño porte de la actualidad.
Dimensiones estimadas de Argentinavis Magnificiens:
Envergadura de alas: 7 a 8 m
Longitud: 3.5 m
Altura: 2 m
Peso: 70-100 kg
El Dr. Kenneth E. Campbell frente a una réplica del Argentavis, en el Museo de Historia Natural de Los Angeles.