En el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas, la República Argentina se ha topada con la repetitiva argumentación y excusas británicas de ser quienes respetan los deseos y ¨derechos¨ de los habitantes de Malvinas. Siendo dichos habitantes, británicos y parte del invasor que los impuso tras sacar de Malvinas, mediante un acto de atropello y usurpación, a los verdaderos dueños de esas islas, los argentinos que las ocupaban. El propio Reino Unido reconoció a la Argentina como país en 1825, NO OBJETANDO NI RECLAMANDO DERECHOS a la ARGENTINA por MALVINAS por aquel entonces y en donde las islas ya estaban habitadas por argentinos tras el retiro de las fuerzas españolas en 1811. De lo que se deduce que implícitamente ya reconocieron soberanía argentina sobre MALVINAS. Cabe destacar que antes de 1833, fecha de la usurpación británica, Gran Bretaña jamás tuvo el dominio pleno del archipiélago y sobre el cual ya habían reconocido como dominio de España. Tras usurpar Malvinas, los británicos, trajeron desde 14000 km de distancia, al puñado de sus connacionales para que se asentaran en las islas. Hasta 1982 , año del conflícto armado contra Argentina , al Reino Unido jamás le habían interesado los kelper o isleños de origen británico que allí se encontraban ,quienes además eran considerados ciudadanos de segunda clase. Actualmente, los británicos siguen haciendo el mismo juego que a España con Gibraltar. Frecuentes reuniones de "acercamiento" pero siempre topando con "la voluntad de los habitantes del lugar". Y así llevan más de tres siglos sin señales de devolverlas.
Isla Diego García archipiélago de Chagos
El "principio" de la autodeterminación es un cuento descarado. Por qué entre tantas protestas gubernamentales argentinas no se recuerda con insistencia el caso de la isla Diego García en el Archipiélago de Chagos en el Índico, allí habían más de 2000 aborígenes, cantidad similar a los habitantes de Malvinas en 1982. Cuando la Isla fue pedida por Estados Unidos, los ingleses se la cedieron sin consultar a quienes llevaban muchas generaciones viviendo en las mismas, pues los yanquis la querían desocupada. Los humildes pobladores fueron expulsados a la fuerza, esposados y a golpes, abandonando viviendas y tierras de laboreo en ese "paraíso", sin indemnización alguna, y dispersados en otras colonias. Así respetó Londres la "autodeterminación de los pueblos" como lo sostiene con solemne hipocresía para los casos de Gibraltar y Malvinas. Estados Unidos levantó allí en 1968 su base atómica, la más importante en el exterior, con instalaciones para operar aviones enormes con capacidad para bombardear cualquier punto de Asia, África y la misma Europa. Todo en el mayor misterio. Nada de turistas, ni periodismo. A fines del año pasado se hizo público que Washington, para ampliar la base y su seguridad, recibió de Londres todo el extendido Archipiélago de Chagos. Desocupado, por supuesto. En el año 2.000, un grupo de sobrevivientes de Diego García en la Corte Suprema de Londres obtuvo una sentencia declarando la ilegalidad de su expulsión y acordándoles el derecho a ser repatriados e indemnizados, para volver a sus casas y tareas y honrar el cementerio donde reposan sus ancestros. Pese a la sentencia del más alto tribunal inglés, el gobierno de Londres jamás cumplió sus obligaciones legales. Ni piensa hacerlo.
Sin razón y por la fuerza
En Malvinas, los británicos, intentan imponer el criterio de autoderminación sobre una población británica implantada como los kelpers, como siempre lo hacen, de manera UNILTAREAL ante un RECLAMO ARGENTINO LÍCITO Y RECONOCIDO POR LA ONU Y LA COMUNIDAD INTERNACIONAL.
Supuestos derechos y deseos de autoderminación OTORGADOS UNILATERAMENTE Y DESDE LA ILEGALIDAD POR LOS BRITÁNICOS, que pretenden imponer en MALVINAS, lo que jamás respetaron a los habitantes de Diego García. Habitantes originarios, nativos ,de esas islas y a los que no se les contempló sus reales derechos de autoderminación, por tratarse de una población sojuzgada por un país externo ,como el Reino Unido . A los chagosianos, además de tratarse de una población NO IMPLANTADA SINO AUTÓCTONA O NATIVA, si se les contempla la autodeterminación. Contraponiendose con el caso de las Islas Malvinas que se trata de un territorio en litigio cuyos habitantes, los kelpers, forman parte del contingente invasor británico, que jamás fueron sojuzgados ya que son parte del invasor, colonia implantada, y NO UNA POBLACION SOMETIDA que además está sobre un territorio donde preexiste un conflicto de soberanía.
El imperio de la contradicción
Las patéticas y bochornosas contradicciones británicas se suma al total de desastrosas excusas y justificativos expuestos sin fundamentos que originan desde la ILEGALIDAD. El doble discurso y la contradicciones británicas no hacen más que sentar prescendentes a favor del fortalecimiento y legalidad del reclamo soberano argentino por Malvinas que es reconocido además por la NACIONES UNIDAS y es desoido por los usurpadores británicos quienes mediante el uso de la fuerza pretenden ser juez y parte en el conflicto. Argentina jamás renunciará a sus legítimos derechos sobre sus islas MALVINAS.
