Un excéntrico personaje un tal Werner Jaisli construyó lo que dió a llamar un ovnipuerto en Salta.Su mentor dijo: "Recibí una orden de seres superiores".
El extraño ovnipuerto construido en Cachi.
Se trata de un trazado con piedras, de una estrella de 36 puntas, con 48 metros de diámetro, que se ve desde las alturas.
Werner
Jaisli es un ciudadano suizo que hace siete años vive en la Argentina y
que tiene dos objetivos en su vida: terminar con la construcción de un
ovnipuerto en la zona oeste de Cachi, un complejo de trazos realizados
con piedras que puede ser visto de las alturas y ser la base de
aterrizaje de naves extraterrestres. La otra: obtener la ciudadanía
argentina. Con 62 años sobre sus espaldas, se pasea por las calles de
la localidad calchaquí ataviado como un sacerdote druida, aquellos
eruditas celtas precristianos especializados en las ciencias ocultas y
la filosofía. Werner usa una chaqueta negra con botones de asta de
ciervo, una pollera a media pierna, una toca, curiosamente y al parecer
fuera de todo contexto- botas estilo texano. "Eso tiene una
explicación -señaló este europeo que porta una barba puntiaguda blanca
de 20 centímetros-: donde estoy construyendo el ovnipuerto, en Fuerte
Alto, a cuatro kilómetros del poblado, está lleno de víboras y de viudas
negras". Y cuando se le pregunta por las razones y motivaciones de
su obra pétrea, que ya tiene una estrella central blanca de 36 puntas y
48 metros de diámetro y al medio de la cual hay otra menor, del mismo
color, pero de 12 puntas, cuenta una historia fantástica: " Yo estaba
allá, en Fuerte Alto con mi vecino Luis. Era la medianoche del 24 de
noviembre de 2008. Se sentía desde abajo, el ruido de una fiesta en el
Complejo Deportivo. De pronto, todo quedó en silencio y se cortó el
suministro de energía. Era la oscuridad total. "Es una noche de ovnis'
le dije a Luis. Y no había terminado la frase, cuando dos objetos
luminosos avanzaron a unos 200 metros sobre el río Calchaquí. Estaban a
la altura de mis ojos, desde mi posición. Eran sólidos, circulares y
como de metal bruñido. No sé por qué, pero mentalmente les pedí que se
acercaran. Y lo hicieron! Se posaron a unos 100 metros sobre nuestras
cabezas y proyectaron sobre nosotros, un haz de luz poderoso, increíble
que nos hacía ver a ambos como seres con brillo propio. Lo curioso es
que ese extraordinario spot no nos afectaba la visión. En ese momento,
algo comenzó a bullir por mi cerebro: era una orden. Me pedían
telepáticamente que construyera el ovnipuerto. Y en eso estoy. La parte
central, casi terminada, sólo falta lo colateral", había señalado
Werner.
Del Ovnipuerto a la carcel
Werner Jaisli de 62 años tras construir en las afueras de la localidad de Cachi, provincia de Salta, el "ovnipuerto", y afirmar haberlo hecho tras recibir órdenes telepáticas del comandante de un plato volador. El hombre, suizo, que se gana la vida presentando una exposición permanente de "imágenes satelitales" y visitas a un sitio que ha denominado Estrella Cósmica Esperanza, fue detenido por la policía. Tras haber comprobado su participación en el robo a una pareja de turistas uruguayos, Fernando Praderio y Silvana Magdalena Terra. La pareja uruguaya, que estaba alojada en el hostal Nevado de Cachi, había recibido una rauda visita de Jaisli. Cuando descubrieron que les falta dinero en la cartera y billeteras, la policía revisó las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del establecimiento y descubrieron a don Jaisli en plena acción delictiva. No fue difícil descubrir al ladrón. Jaisli viste como un druida de la historieta "Ásterix" y usa botas estilo tejanas para protegerse de los ofidios y arácnidos de la zona. Según el diario local "El Tribuno", la policía recuperó en su casa 1.828 dólares, la mitad del dinero denunciado por los uruguayos. No se sabe si el dinero iba a ser utilizado en sus inversiones galácticas. La "pista de aterrizaje para ovnis" construida por Jaisli, un graffiti hecho en el suelo de 36 puntas y 48 metros de diámetro y varias figuras dibujadas en piedra. Recibe bastante público, ya que la ciudad de Cachi, en los últimos años, se ha convertido en un sitio donde abunda el folclore sobre presuntas "visitas de otros mundos". Hasta ahora lo único comprobable, cuentan los vecinos, fue la visita de forajidos, charlatanes y pícaros que pretenden hacer dinero rápido a costa de la ingenuidad popular.