Washington, 5 nov (PL) Un iceberg grande como Berlín, capital de Alemania, se está formando en la Antártida, anunciaron científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA). Una grieta de 30 kilómetros de largo y 60 de profundidad que crece por día se creó en la isla Pine, al oeste de la Antártica, anunciaron los investigadores quienes la descubrieron en octubre último al analizar datos satelitales. Cuando se separe a finales del presente año 2011 o los inicios del próximo, el bloque de hielo medirá 880 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de Berlín, prevén. Los científicos explicaron que el glaciar de la isla Pine es uno de los mayores del polo sur y drena un 10 por ciento del hielo que se mueve en la región. Durante los últimos años, las imágenes satelitales muestran una disminución marcada del glaciar, lo cual posiblemente se encuentre vinculado con el deshielo. Pero los científicos sostienen que la formación de ese enorme iceberg es un fenómeno natural que se produce cada 10 años. Este bloque de hielo a punto de desprenderse puede tener importantes implicaciones en la región, porque afecta a la navegación y la fauna marina, señalaron los expertos. Cuando los iceberg se desintegran liberan al medio ambiente marino local millones de toneladas de agua dulce y fragmentos de roca que actúan como nutrientes en el océano, estimulando el desarrollo de algas y diatomeas (algas microscópicas).
Pero también pueden obstaculizar el desplazamiento de los animales marinos a sus zonas de alimentación. Posiblemente en su traslado, el iceberg se mueva al norte donde recibirá el impacto de los vientos y corrientes oceánicas como la Circumpolar Antártica, que será vigilada, dijeron los científicos de la agencia espacial estadounidense.
La capa de ozono es una pantalla natural que filtra la radiación ultravioleta de la luz solar nociva para los seres vivos, capaz de provocar en las personas quemaduras de piel, cáncer y cataratas. Una molécula de ozono está formada por tres átomos de oxígeno y en la estratosfera se concentra en una banda a una altura de unos 20 kilómetros. Hay una molécula de ozono por cada 100.000 moléculas de aire. Se genera ozono cuando la radiación ultravioleta rompe moléculas de oxígeno, y se destruye por reacciones químicas del cloro y del bromo, emitidos a la atmósfera en los CFC [clorofluorocarbonos] y los halones.
En los ochenta se emitían 500.000 toneladas de CFC al año, alcanzándose un valor acumulado de 30 millones de toneladas en la atmósfera, una sexta parte de las cuales llegaban a la estratosfera, informa la Unidad de Coordinación de Investigación del Ozono de la UE. Aunque la destrucción del ozono no se limita a la Antártida, el agujero antártico se debe a la meteorología allí y al frío extremo durante el invierno, que reactiva la producción de cloro y bromo a partir de los gases contaminantes; cuando llega la luz de primavera se acelera la pérdida de moléculas de ozono. Hoy se comprende bien la física y la química que gobiernan la capa de ozono. Los niveles mínimos de ozono han sido constantes en los últimos 15 años, en un 70% por debajo de los niveles de finales de los setenta.
En cuanto a los destructivos CFC -prohibidos desde 2000 por el Protocolo de Montreal y sustituidos por los compuestos alternativos en sus usos industriales- su nivel alcanzó el máximo en 2001 y luego empezó a decrecer. Pero su efecto es duradero y el agujero antártico sigue apareciendo cada primavera; en 2006 se registró su mayor extensión: 28 millones de kilómetros cuadrados.
En una jornada conmemorativa en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), los científicos han explicado que el grosor de la capa de ozono sobre la Antártida se recuperará, en 2080, los niveles de 1950.
Foto El
'agujero' de la capa de ozono de 1979 y en 2008 medido desde satélite.
Los códigos de color indican la concentración de ozono (la máxima, en
naranja; la mínima, en violeta).- NASA
Disminuye el agujero de la capa de ozono en la Antártida
Desde el año 2000 el fenómeno se redujo en siete millones de kilómetros cuadrados, una cuarta parte de su superficie
La capa de ozono, que protege a los seres vivos de las dañinas radiaciones ultraviletas, disminuyó, según demostraron los científicos, por el efecto de productos como el cloroflurocarbono, utilizados en refrigeradores o aerosoles, prohibidos a partir del acuerdo de Montreal. El agujero en la capa de ozono se forma cada año en la Antártida entre agosto y septiembre, y se cierra entre noviembre y diciembre.